Verifica el cierre de las llaves de paso de gas natural después de su uso.
No dejes los quemadores prendidos cuando no los estés utilizando.
Si el horno no está en uso, verifica periódicamente que la válvula esté cerrada.
Evita que se derramen líquidos sobre los quemadores, pues al apagarse la llama se escapa el gas y puede causar obstrucción a los mismos.
No pongas sustancias o elementos combustibles (papeles, telas, pinturas, alcohol, etc.) cerca a los artefactos a gas o centros de medición.
Nunca uses tu horno o estufa para calentar su casa. Existen en el mercado calefactores de ambiente a gas y chimeneas, fáciles de instalar y muy seguros.
No permitas que tus hijos jueguen con las válvulas de los gasodomésticos.
Cada noche antes de acostarte y siempre que abandones tu vivienda (en períodos largos o cortos de tiempo), verifica que las válvulas de sus gasodomésticos
estén debidamente cerradas.
Cuando efectúes el retiro de un gasodoméstico por cualquier causa, comprueba que el punto de salida de gas esté herméticamente taponado.
Cierra las válvulas siempre que se presente una suspensión en el suministro de gas y ábrelas sólo cuando la empresa lo autorice; en estos casos deberás estar
pendiente del color de la llama y ver si esta fluctúa, lo cual puede indicar presencia de aire.
Solicita a la empresa la suspensión temporal del servicio cuando tengas tu vivienda desocupada o este en proceso de demolición.
En caso de remodelar la vivienda, solicita a la empresa la suspensión temporal del servicio para evitar fugas de gas o posibles accidentes.