Procura usar el tamaño adecuado de tus sartenes para la cantidad de alimento que vayas a cocinar. Cuanto mayor sea el tamaño de tu sartén, mayor es el tiempo
que tardará en calentarse, y también mayor será el consumo del gas natural.
Comer todos juntos en familia, para reducir la necesidad de recalentar los alimentos.
Mantener limpias las hornillas, lavándolas con agua y detergente. Después del lavado, se deben secar muy bien y colocar correctamente en el
gasodoméstico.
Usa la cantidad de agua adecuada en la cocción de tus alimentos. Alimentos más duros deberán ser colocados en remojo previamente para que logren una cocción
adecuada.
Utiliza hornillas de tamaño adecuado según las ollas.
Durante la cocción, mantén siempre las ollas bien tapadas para aprovechar al máximo el calor.
Siempre que puedas, usa ollas a presión, éstas mantienen el vapor a presión.
No dejes el alimento hirviendo más tiempo del necesario.
Disminuye la intensidad de gas después de haber hervido.
Para evitar accidentes no dejes los mangos de las ollas mirando hacia la zona de circulación de las personas.
Siempre al retirar una olla del fuego, cierra inmediatamente la válvula.
Para economizar gas al encender el horno, sigue esta secuencia: abre la puerta, enciende un fósforo, gira la válvula y enciende
inmediatamente la hornilla. Los hornos con encendido automático también se deben encender con la puerta abierta.
Nunca abras el gas sin antes tener encendido el fósforo en la mano. La demora para encender la hornilla puede provocar la acumulación de
gas en el horno. Si esto ocurre, cierra en seguida la perilla de gas, ventila el ambiente y nuevamente vuelve a intentarlo.
Después de encendido el horno, verifica que la hornilla esté completamente encendida.
Evita abrir con frecuencia la puerta del horno cuando éste se encuentre en funcionamiento.
Procure usar el horno para cocinar varias cosas al mismo tiempo.
Disminuye la llama cuando el horno llega a la temperatura deseada y apaga inmediatamente antes de retirar el alimento.
No dejes las hornillas o el horno prendido mientras haces otras cosas fuera de la cocina.
Revisa que las tuberías de agua caliente no tengan fugas de agua, ya que éstas incrementan el consumo de gas natural.
Utiliza gasodomésticos que sean eficientes en el consumo de gas.
Procura mantener el regulador del calentador de agua en un nivel medio, no es necesario tenerlo en la temperatura más alta.